Microrrelatos que son aforismos, greguerías, poemas embozados, relámpagos, giros inesperados, encuentros, asombros… En De rojo me gustas más, Armando Alanís imagina, piensa, juega y, al hacerlo, da forma con palabras. Podemos asombrarnos ante el resultado de cada historia, algunas de las cuales son como novelas breves, pero no debemos olvidar que, antes que un destello de la inteligencia, estamos hablando de literatura, de un escritor que, a la manera de un alquimista, extrae de la retorta un producto acabado y perfecto, después de procesos de destilación que solo él conoce y cuya cristalización nos corresponde disfrutar.

La crítica a la religión se ha convertido en un lugar común. Abundan tanto las denuncias a sus abusos históricos e institucionales como las propuestas