En el contexto de su aparición y consolidación como disciplina científica, la sociología desarrolló una militante vocación anti-reduccionista que, independientemente de las especificidades que adquirió en cada perspectiva teórica, compartía una motivación de origen: la de justificar la pertinencia y necesidad de la disciplina: la sociología es necesaria y pertinente porque existe su objeto de estudio.

Muchos años antes de ser Bigudí, la simpática señora de rizos blancos, Luisa tenía el pelo lacio como los tallarines y vivía en el campo.