El personalismo es una corriente filosófica moderna y potente, capaz de dar respuesta a interrongantes tan eternas como presentes: ¿Quién es la persona humana? ¿Para qué vive o debe vivir, es decir, cómo debe usar su libertad y cómo debe entenderla? ¿Cuáles son las claves de la relación hombre-mujer o, más en general, de la realación interpersonal o, todavía más, de la social? ¿Hay espacio para la verdad y el sentido? ¿Pueden las diferentes culturas dialogar y entenderse? ¿Identidad, pluralismo, interculturalidad, multiculturalidad? La revitalización, crecimiento y expansión de esta corriente filosófica se prueba con las dos nuevas modalidades de personalismo que dialogan en este escrito: el personalismo analógico de Mauricio Beuchot y el personalismo integral propuesto por Juan Manuel Burgos. Los autores comparten los principios fundamentales del personalismo, pero buscan, en este diálogo confrontar sus posiciones, deslindar cercanías y diferencias, dialogar y debatir, con el objetivo – inusual en la filosofía – de establecer una alianza o fusión que permita acomunar fuerzas en defensa de la persona. Porque la persona, la real y no solo la filosófica, está en peligro. El trato a los migrantes, la explotación empresarial, la maternidad subrogada, la pérdida de libertades a manos de los algoritmos digitales, la destrucción de la familia, suponen un peligro cierto y real para las personas reales. Y el personalismo no puede permanecer indiferente. Hay que pensar el mundo y transformarlo en clave personalista. Y, para ello, nada mejor que un personalismo potente y, si es posible, unido.
La trilogía El espectro y el signo articula una postura crítico-poética en psicoterapia. Para ello revaloriza nuestra vida sensible que, comenzando con nuestra sensorialidad, se
