Divertidas, conmovedoras o lacónicas, las imágenes de este “cuaderno de autora” capturan, en el trazo del lápiz negro de Albertine, los más disímiles y sorprendentes gestos de la infancia.

Habría que concebir la totalidad como una forma que mantiene en comunicación diferentes elementos, y esta comunicación, lejos de anular las diferencias, les suministra una