Los deseos pueden ser grandes o pequeños, fugaces o duraderos. Caprichosos, secretos, incomprensibles, contagiosos. Pero lo mejor de los deseos es que a veces se cumplen. Y que, a cada paso, hay una ocasión para pedirlos. Basta con abrir la puerta (o este libro) y sacar a pasear la imaginación.

El presente libro, ofrece una revisón sobre las relaciones entre cine y filosofía. Si bien es un campo fértil gracias al interés por explicar la